Estas contracciones involuntarias y sostenidas de los músculos pueden ocurrir debido a diversas razones, como el ejercicio excesivo, la tensión, el estrés o lesiones.
Síntomas:
Rigidez y tensión muscular.
Cojera o dificultad para moverse, especialmente en el área afectada.
Sensibilidad al tacto.
Cambios en la postura o la marcha.
Dolor o malestar al tocar el área afectada.