Ahora intentaremos explicar los motivos de porqué esta regla no funciona. En primer lugar, no todas las razas envejecen igual o del mismo modo.
En segundo lugar, el proceso que sigue un ser humano hacia la madurez y, su forma de envejecer es muy diferente al de los perros, por tanto, siete vs uno, no tiene sentido. Por ejemplo, si hablamos de fertilidad, un perro lo es a partir del primer año. Con lo que si aplicamos la regla de siete, eso vendría a significar que un humano lo es a partir de los siete años. Y no es cierto. Tu mascota se desarrolla mucho más deprisa durante los dos primeros años, a diferencia del hombre, que madura físicamente mucho después.
Si nos basamos en la experiencia y el estudio de los perros podemos establecer un franja de vida entre los 8 y los 16 años (la mayoría superan los 13 años).
Dejando de lado creencias, a decir verdad, poco fundamentadas. Vale la pena nombrar al investigador A. Lebeau, quién fijó las diferentes etapas en el desarrollo del perro, llegando a la conclusión que en el primer año de vida, nuestras mascotas crecen 20 veces más rápido que nosotros, envejeciendo sólo cinco veces más rápido.
Más información que confirma que la regla del siete no es cierta. No todos los perros tienen la misma longevidad. Sin saber porqué motivo (la ciencia todavía no ha dado con él), los perros de mayor tamaño tienden a vivir menos que los más pequeños, algo cuanto menos extraño, si tenemos en cuenta que, cuanto más pequeño sea un animal, menos longevo suele ser, por naturaleza.
En definitiva, el cómo surgió la regla del siete, continua siendo una incógnita. En ciertos círculos, se habla de un artículo publicado en The Wall Street Journal donde se habla de una inscripción en la Abadía de Westminster del siglo XIII que define un ratio de 9 años animales por uno humano, al fijar la edad media de los perros en 9 años y, la de los hombres, en 81. Otro posible origen, lo encontramos en la relación que estableció el naturalista francés, Georges Buffon, quién apuntaba una relación semejante, en la que la edad de los perros estaba entre 10 y 12 años, y la del hombre, entre 90 y 100.
Lo cierto es que, en el fondo, cualquier paralelismo entre el perro y el hombre es pura invención y lo único que se está haciendo es atribuir cualidades humanas a nuestros animales. Pero lo que está claro es que si nuestro perro está bien cuidado, su esperanza de vida probablemente se alargará. De ahí, la importancia de tener un centro veterinario de confianza que trate y conozca a tu perro.
Y antes de marcharme, comentarte que los perros mestizos suelen vivir más años que los de pedigrí, por una razón muy sencilla. El mestizaje comporta mezcla de sangre, el aumento de la variabilidad genética y la disminución de los problemas de salud hereditarios. También es cierto, que hoy en día con la cría profesional la diferencia se está viendo reducida y no va a más.