Cualquier cambio provoca ansiedad y estrés en nuestra mascota. Ir al veterinario es una de las situaciones en las que nuestras mascotas, acostumbradas a su casa y su espacio, llevan un poco mal.
Si tu mascota sufre un cuadro de estrés lo notarás porqué alguna de sus reacciones puede ser:
Orinar en el coche o en el veterinario.
Mostrar un poco de agresividad.
Vómitos.
Ladridos y maullidos más fuertes.
Todas estas reacciones se producen porqué de repente, nuestros animales se ven subiendo a un coche (que se mueve), yendo hasta el centro veterinario dentro de un trasportín (espacio pequeño y oscuro), entrando en un lugar que no huele a su casa y siendo explorados por una persona que no es su propietario. Hay animales que reconocen al veterinario y no para bien, puesto que lo asocian con aquella persona que les hace cosas que a veces duelen, como: poner vacunas o hacer exploraciones.
De todos modos, ¡no temas! Existen diversos métodos para hacer que la visita al centro veterinario no sea tan estresante y angustiosa para tu mascota.
Para solucionar el problema del coche. Unos días antes de visitar a vuestro veterinario, coge a tu mascota súbela al coche y dale unas vueltas cerca de tu casa. Esta acción ayudará a que tu mascota se acostumbre al movimiento del coche y te resultará útil, tanto a la hora de visitarnos, como cuando te tengas que marchar de viaje con ella.
No tengas reparos en pedir a tu veterinario que sea cariñoso con tu mascota. Creo que todos lo somos, pero si ves que no, coméntalo. Así, tu perro o gato no relacionará el centro veterinario con algo negativo y disminuirá su nivel de estrés.
Para evitar que tu mascota vomite. Evita que como al menos des de 2 horas antes de visitar al veterinario.
El momento de poner a tu mascota en el trasportín, es un momento delicado. Cuando ya esté en el habitáculo ponle un juguete, siempre le ayudará a tranquilizarse.
Tu mascota cuando se enfrenta a un cambio se estresa, pero no se va a morir. Te lo digo por qué en muchas ocasiones sabemos que los propietarios de mascotas sufrís mucho por las reacciones de vuestros animales en el recorrido que va de casa al veterinario. Un consejo, si ves que lo vas a pasar muy mal intenta ir acompañado.
Al regresar a casa premia a tu mascota por lo bien que se ha portado (si no se ha portado muy bien, también). De este modo, tu mascota relacionará que cuando sale del veterinario tiene premio y esto le ayudará a no tener tanto estrés.
A no ser que se trate de una urgencia, intenta llevar a tu mascota al veterinario d día. De modo que pueda ver el entorno y no se sentirá tan indefensa ante lo desconocido de la situación.
Para entender a tu amigo peludo solo basta con imaginarte a ti cuando vas al médico, pero con una pequeña gran diferencia, tu mascota no entiende lo que está pasando. De ti y de nosotros depende que las visitas al veterinario sean lo más positivas posible, puesto que son necesarias para su correcto desarrollo y estado de salud.